Ni derechas, ni izquierdas, ni centro… intentaremos ofrecer una imagen (seguramente desacertada) del panorama político actual. Salvaguardando las espaldas, el planteamiento es no hablar de lo patrio (en demasía) ni de Putin (no vaya a ser…) mas de lo justo,
Introducción
Como casi todo en la vida, que si uno es narcisista, que si otro es un psicópata, la otra que no tiene ni idea y le gusta llamar la atención, no se quién tiene pinta de deprimido y, hete aquí que, por h o por b, a casi toda la clase política le sacamos un pero.
Esto vale para los llamados “patrios” en la introducción preliminar del artículo y, quizá, quien sabe, aún más para los extranjeros.
En este sentido, la única licencia hacia el prostalinista Putin que me permitiré es la de decir que, en su momento, ya hablábamos de un hipotético Síndrome de Hubris, a saber, narciso es poco a su lado.
Trumpeteando y Kim Jong – Uneando
Vaya por delante que no se ha evaluado a Trump para este artículo y, más allá, de lo visto en prensa y televisión, el retrato del personaje viene por recortes de prensa. Así, al ex presidente estadounidense le han llegado a tildar de trastorno antisocial de la personalidad, trastorno narcisista de la personalidad, trastorno paranoide de la personalidad e incluso más diagnósticos adicionales, como el de trastorno delirante.
Ideologías aparte y siendo esclavo de una de mis afirmaciones preferidas, que es, no todo lo raro es patológico, es obvio que los comportamientos provocadores, las continuas faltas de respeto a sus rivales, su aparente sensación de superioridad y tendencia a humillar, amén de otras características obvias en su quehacer (al menos ante los medios), dan cuenta de una personalidad ciertamente errática e impredecible, con notable impulsividad y que, en la práctica, encajaría con un narcisismo prácticamente de libro.
Creencia de que los demás le envidian, sentirse especial y único, exigir una admiración excesiva y, por ejemplo, si algo no sale como espera, dudar de la veracidad de lo mismo (véase la invasión del Capitolio motivada o, “no impedida”, por el susodicho a raíz de no compartir un resultado electoral).
Por otro lado, lo de Kim Jong – Un (elegiré la estrategia previa de lo hablado de Putin), no deja de tener tintes semejantes a los de Trump. Sobreestimado en la infancia y superprotegido, amén de un exceso de recursos innecesarios y sobreprotección.
En castizo, un narcisismo que le aleja de la cotidianeidad del resto y le imbuye en un estado de superioridad no realista que deriva en un maltrato hacia el resto de la condición humana. Jolines, que nadie se moleste, pero de los tres que he hablado; para más inri, nadie dice que no se intenten llevar bien entre sí… e incluso se buscan y muestran admiración recíproca.
Miremos dentro
Uno ha de cuidarse en salud y ser prudente pero, para qué engañarnos, mirad si en nuestra clase política existe o ha existido alguien con exceso de autoconfianza, con arrogancia y chulería, que muestra una preocupación desmedida por su autoimagen y con la creencia irracional de infalibilidad… O pensad en algún político parco en la expresión emocional, aparentemente esquizoide (y no lo es), que continuamente racionaliza y con tendencia al secano en lo que a mojarse se refiere.
Cuidado, que no tenemos necesariamente que referirnos a psicopatología, sino simplemente a la personalidad y/o los rasgos que muestran (no he nombrado a nadie, que conste).
Concluyendo
De los “analizados” en este artículo, hay que reseñar que el primero habló de una guerra aún vigente como una “operación militar especial”, otro dijo que había llegado la hora de que su país se “gobierne como un negocio”.
Como complemente, el tercero en discordia planteó que la “fuerza de un país no radica en su tamaño físico, sino en su liderazgo y determinación”.
Los dos últimos no van a la zaga, con afirmaciones como “¿uno puede amueblar su casa sin paredes ni tejados?” (aludiendo a la preservación del planeta) o “no voy a perder ni un segundo en discutir sobre el cambio climático” (señalando a la ciencia como la que determinaría sus opiniones).
Llegados a este punto me quedo con una frase de Abraham Lincoln, quien dijo que hay momentos en la vida de todo político que lo mejor que puede hacerse es no despegar los labios. Razón de santo tenía y, si se equivocó, aquí está la psicopapolitilogía para etiquetar a quien corresponda.
Para preparar el PIR, CeDe dispone de diferentes modalidades de preparación.
CeDe, líder en la preparación del PIR, te ofrece sus Cursos, Manuales y Aplicaciones para preparar el pir con éxito, como ya lo hicieron miles de alumnos en estos 22 años de preparación pir.