Experiencia de María Santo-Tomás Convocatoria PIR 2020
Experiencia de María Santo-Tomás convocatoria PIR 2020

María Santo-Tomás Convocatoria PIR 2020

Puesto:171

 

Expediente: 7,25

Aciertos: 128

Fallos: 39

Blanco: 6

 

Presentación

 

¡Hola a todos! Lo primero me presento, soy María Santo-Tomás y he conseguido la plaza 171 este año.

He de decir que me resulta muy raro estar escribiendo mi experiencia con el PIR después de haber leído todas las experiencias de PIRes en años anteriores. De hecho, quería empezar hablando de esas opiniones que yo leía cada año, porque hubo muchos momentos en los que no me sentía identificada con lo que la gente contaba.

Leía sobre las preguntas de CedeExam que hacían al día, las horas que estudiaban, cuántos simulacros hacían o incluso cuántas vacaciones cogían. Me daba la impresión de que hacían mucho más que yo, que eran capaces de ir a un ritmo de estudio más rápido que el mío y que aún así eran capaces de compaginarlo con tiempo libre.

Muchas veces me vine abajo pensando que yo no era “el prototipo” de persona que sacaba el PIR y sinceramente, nunca me he presentado al examen pensando que lo pudiera conseguir.

Pero sorprendentemente aquí estoy y ¡SÍ que lo he conseguido!.

Gracias a eso he conocido a otras personas con plaza y me he dado cuenta de que ese “prototipo” sólo existía en mi cabeza, que hay miles de personas y situaciones diferentes a la hora de sacar plaza.

Así que me parecía importante escribir mi experiencia pero no para que la comparéis con la vuestra, sino para que os pueda animar a seguir vuestro propio camino y siempre os fieis de vuestro criterio y de lo que sabéis que os funciona mejor.

 

Primera convocatoria

 

Yo acabé la carrera en 2018 y no tenía muy claro si quería estudiar el PIR porque lo veía muy difícil, así que me tomé el verano de descanso. En Septiembre decidí que quería intentarlo, me informé sobre las academias y en Octubre me apunté al curso PRE-PIR de Cede.

Elegí esta modalidad porque después de un final de carrera muy estresante no me sentía con fuerzas para empezar a estudiar en serio y dediqué los meses siguientes a leer y subrayar los manuales de Psicopatología, Clínica e Infantil, mirando las preguntas de convocatoria de final del libro y poco más.

Ese año me presenté al examen muy relajada porque simplemente iba a probar y quedé la 2300/2400 si no recuerdo mal.

 

Segunda convocatoria

 

Me apunté al curso de Mayo con clase los sábados para tomarme más en serio la preparación y cuando llegaron los esquemas de Cede aumenté un poco el ritmo, estudiando mañana y tarde y completando los esquemas con lo que yo consideraba importante del manual.

Todo esto me llevaba mucho tiempo porque yo quería dejar los esquemas perfectos (spoiler: imposible) y prácticamente no tenía tiempo para hacer preguntas en CedeExam ni simulacros. Esto me frustraba mucho porque sentía que no paraba de trabajar todo el día en los esquemas, pero a la vez avanzaba muy lenta y no veía resultados.

Finalmente, di prioridad a las asignaturas nucleares y los esquemas de las periféricas los completé muy por encima. Empecé la segunda vuelta en noviembre y ahí fue cuando me puse a memorizar y retener toda la información. Aún así, no me dio tiempo a todo, dejé 4 asignaturas periféricas fuera de esa segunda vuelta y del resto me aprendí lo más importante.

Las dos semanas antes del examen hice un repaso general de lo más básico y lo que más se había preguntado en las últimas convocatorias.

Me presenté al examen con la sensación de que iba mucho más preparada que el año anterior, pero que todavía no era suficiente para sacar plaza.

El examen

El examen me pareció muy difícil, pero no me agobié porque daba por hecho que no me iba a saber muchas preguntas, dado que no me había dado tiempo a mirar bien algunas cosas.

Ese año quedé la 1050 y aún así me sentía muy orgullosa de todo lo que había trabajado.

Ese año cogí sólo una semana de vacaciones en verano por el agobio que tenía con los esquemas y 3 o 4 días en navidad. No lo recomiendo, luego hubo muchos días que estaba agotada, con mucha ansiedad y tenía que descansar forzadamente y parar de estudiar porque física y mentalmente no podía.

 

Tercera (y última) convocatoria

 

Después de un descanso de un mes, me volví a apuntar al curso de Mayo. Quería estudiar todo aquello que no me había dado tiempo en la convocatoria anterior, profundizar en tratamientos, hacer más preguntas en CedeExam y simulacros para practicar la situación del examen y sobre todo quería darme más descansos.

Llego el confinamiento

Sin embargo, con el confinamiento sentí que no tenía nada más que hacer y empecé a estudiar mañanas y un poco de las tardes. Esto, junto con el no poder salir y despejarme los fines de semana, hizo que tuviera más estrés, me cansaba mucho más fácilmente que antes y empecé por primera vez a perder la motivación para estudiar. Muchos días, antes incluso de ponerme a estudiar por la mañana ya me sentía cansada y sin fuerzas.

A pesar de todo, gracias al hábito y la rutina que tenía desde hace tiempo de estudiar todos los días, conseguí concentrarme lo suficiente para cumplir mi objetivo de estudiar todo aquello que no había podido en la convocatoria anterior y reforzar lo que ya me sabía.

Hice muchos simulacros (aunque no todos) y preguntas en CedeExam. En verano descansé dos semanas y en navidad  una, aún así, tuve muchísimos momentos de agotamiento en los que tuve que descansar 1 / 2 días y me frustraba mucho no poder seguir mi planning.

En cuanto al Belloch, yo solamente miré los documentos de Cede, que tenían mucha información y yo poco tiempo para estudiarlos, así que intenté centrarme en pocas cosas pero que fueran de las que más importantes me parecían a mí. Aún así, me sentía muy perdida porque no sabía si mi criterio iba a ser el acertado.

Como fue el examen

Al presentarme al examen de este año, por una parte sentía que había preparado  bien los esquemas, pero que de lo nuevo del Belloch iba muy floja. Mis expectativas de sacar plaza no eran altas, seguía sintiendo que me quedaban cosas por saber, pero sí me sentía más preparada que el año anterior.

El examen como ya sabéis fue horrible, mientras lo hacía estaba más nerviosa que nunca, las primeras preguntas las leí dos o tres veces por miedo a equivocarme y como consecuencia luego iba muy justa de tiempo, al ver tantas preguntas imposibles sentí que no merecía la pena seguir presentándome y cuando entregué el examen solo tenía ganas de llorar, sentía que el examen había podido conmigo.

Por eso, cuando vi que tenía plaza no me lo podía creer. No me sentía del todo preparada, no había ido segura al examen, me había sentido desbordada y aún así ahí estaba mi número, diciéndome que me equivocaba.

Lo cual demuestra que a veces nos infravaloramos demasiado y que, por muy difícil que parezca el examen, a los demás les parecerá igual de difícil y las 198 plazas se acabarán llenando igualmente.

 

Conclusiones

 

En definitiva, no creo que haya un secreto para sacar plaza, el PIR es un examen injusto de por sí y no siempre se recompensa a quien lo merece. Aún así, he resumido algunas cosas que me han ayudado a mí:

Hacer preguntas en CedeExam

Viene muy bien practicar a responder preguntas que no tienes ni idea (y más después de este último examen), pero tampoco hay que obsesionarse. Hay personas que hacían 100 preguntas al día y para mí eso era inasumible. Yo hacía 25 al día y algunos días no me daba tiempo a hacer ninguna.

Lo que sí que hice siempre fue hacer todas las preguntas de convocatoria de los últimos 10 años después de acabar cada tema/manual y apuntar en el esquema aquellas preguntas que fallaba siempre, para mirarlas cuando me estudiaba esa página. Lo mismo con los simulacros, te ayudan a practicar y ponerte en situación de examen.

Libreta de apuntes

Este último año compré una libreta en la que iba apuntando cosas importantes que se me olvidaban: criterios temporales del DSM, eficacia de los tratamientos, edades de Piaget o de los psicodinámicos, prevalencias por edades y género de cada trastorno, etc. Me ayudaba mucho en los repasos y para relacionar cosas de manuales diferentes.

Esquemas

Hacer un buen esquema, si no me gustaba algún tema de Cede, me hacía uno propio. Yo soy muy especial para esto porque para estudiarme algo tiene que estar completo y visualmente ordenado y limpio, si no es así siento que no me lo aprendo bien.

A mucha gente esto no le ayuda y aunque es verdad que a mí me quitó mucho tiempo, realmente no me arrepiento de haberlo hecho así porque es lo que yo necesito y lo que me da seguridad. Por eso creo que cada uno tiene que buscar lo que le ayuda, sin compararse con los demás.

Actualizaciones

Actualizar la información nueva que aparece en los exámenes me parece importantísimo, usar los anexos de la academia  y no quedarte con lo que sale en el esquema y ya está, sino mirar el manual por tu cuenta y ver si hay algo de ahí que hayan preguntado y te parezca importante añadir al esquema.

Descanso

Escuchar a tu cuerpo y descansar cuando te lo pide, aunque no lo tengas planeado (este es un consejo que yo debería haber aplicado más). Lo que sí he cumplido es descansar todos los domingos y todas las tardes del sábado (excepto el último mes de esta convocatoria, que estudiaba sábados enteros).

El apoyo es fundamental

Buscar apoyo en los demás, especialmente gente que está pasando por lo mismo. Mi familia, mi novio y mis amigos me han animado y apoyado en todo momento, creo que eso es muy importante y me ha ayudado mucho.

Aún así, sin mis amigas de la universidad (que también están preparando el PIR) creo que me habría sentido muy sola en el estudio. Nadie me podía entender como ellas, nos hemos ayudado siempre entre nosotras y hemos compartido miedos e inseguridades, así que sin duda les debo muchísimo.

 

Dicho todo esto, creo que no me dejo nada, espero que os haya servido de alguna forma mi experiencia y os mando mucho ánimo a los que seguís en este camino, que no es nada fácil ni predecible pero ojalá veáis algún día la recompensa.

¡Un abrazo!

 

 

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