Adivina, adivinanza
ADIVINA ADIVINANZA

Adivina

 

La propuesta es intentar completar el texto que se propone a continuación y que narra una historia realmente inverosímil.

Sirva el oxímoron para amenizar un repaso desenfadado a aspectos psicopatológicos y de la personalidad que habrá de adivinar en cada paréntesis numerado.

PD: Al final del artículo está la solución

 

Introducción

De antecedentes malayos, nunca podré explicar que me ocurrió aquel día en el que, de repente, vi explotar la fábrica en que trabajaba y, a partir de ahí, dicen los que estaban a mi alrededor, que comencé a mostrar signos de intenso miedo, a repetir los gestos que hacían los demás, así como sus palabras y que incluso entré en un estado de desinhibición conductual.

Me dijeron que había tenido un episodio de (1) y que esto no era infrecuente por los lares en que desarrollaba mi vida. Con todo, cierto es que en mi familia siempre había habido ciertas dificultades ya que, por ejemplo, un primo lejano mío (que vivía en Camboya) tenía síntomas como ataques  de pánico y comenzaba a pensar de forma catastrófica, creyendo que algo de su sangre podría provocarle un enorme daño interno. Esto le pasaba siempre que tenía algo de estrés y lo llamaban (2).

Vaya homenaje a la psicopatología transcultural son mis vivencias.

 

Viaje a España

Por motivos laborales tuve que desplazarme a España y hete aquí que, al consultar mi problema con un psicólogo, me instó a acudir a un grupo de psicoterapia con otras personas que tenían dificultades.

La verdad es que el primer día fue inolvidable (no sé en qué sentido). Recuerdo a un compañero que, cada vez que hablaba el terapeuta interrumpía sin ningún tipo de miramiento, diciendo cosas como “a mí eso me pasa”, “jo… que bien me va a venir esto” o “hemos de quedar en este grupo más a menudo”. Incluso llegó a solicitarnos los números de teléfono a escondidas para hacer un grupo de wasap. Alguien me reveló que tenía un (3).

No sé si me cayó peor esta persona u otra que continuamente señalaba lo intensa que era la energía que se percibía en el grupo, llegando a comentarme que en otra vida habíamos sido hermanos. Me quedé ojiplático, pero cuando me explicaron que padecía un (4), pude ponerme en su lugar.

Hablando de ponerse en el lugar de otro, no se me olvida como una compañera no paraba de estar pendiente de lo que hacía el de “a mí eso me pasa”, asintiendo cualquier comentario de esta persona y no despegándose de su lado. Ciertamente, impresionaba de ser una persona con rasgos (5).

La verdad es que aquel grupo no me fue muy bien y, por otro lado, no llegué a sentirme cómodo en España. No conseguía integrarme adecuadamente y comenzaba a sentir algo de ansiedad y cierto desánimo que no se mitigaba conforme veía que no surgían oportunidades para salir de allí. Padecí más de 8 meses esta situación y mi psicólogo me dijo que estaba sufriendo un (6).

Total, que echando números me trasladé a los Estados Unidos. Pienso que el grupo me sirvió para conocer trastornos de la personalidad y diferentes neurosis.

 

Rumbo a los Estados Unidos

Llegar a este país no supuso una fuente de tranquilidad y ya desde los primeros momentos sufrí episodios en los que nada me parecía real, con alteraciones en la percepción y embotamiento emocional y/o físico. Dicen que estaba sufriendo episodios de (7).

Pero, es más, luego comenzó a darme por comer por la noche, tras acostarme. Me despertaba e ingería alimentos como si no hubiese un mañana a pesar de no tener hambre. Lo llamaban (8).

Al fin y al cabo, lo que estaba claro, es que no me adaptaba a ningún lugar y que, quizá, lo mejor era regresar a Malasia. Es complejo ver como padecí algo disociativo y también otro trastorno relacionado con la alimentación.

 

Fin de la historia

Como toda historia tiene un final, el de ésta va a ser cerrar el círculo. Nada más volver, tuve la sensación de saber como “curarme” de mis problemas; lo peor es que un amigo mío me dijo que lo que yo decía ya me lo habían explicado; pero yo no recordaba nada y, en el fondo, estaba sufriendo un episodio de (9).

Espero que todos estos avatares al menos os supongan un acicate para adentraros en el mundo de la psicopatología.

 

Solución

  1. Latah,
  2. Khiâl cap
  3. Trastorno de la personalidad histriónico
  4. Trastorno esquizotípico de la personalidad
  5. Rasgos dependientes
  6. Trastorno adaptativo mixto de carácter crónico
  7. Despersonalización
  8. Síndrome de la ingesta nocturna de alimentos
  9. Criptoamnesia

 

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