Hoarding
El Hoarding (trastorno por acumulación) es una afección integrada dentro del espectro del trastorno obsesivo-compulsivo.
Conozcamos más de una patología que, no es infrecuente, surja comórbida a otros trastornos mentales.
Qué es la acumulación patológica
El Trastorno por acumulación es un fenómeno relativamente conocido por la población general habida cuenta de lo llamativo de los síntomas habituales del caso, algo que deriva en una especial atención por parte de los medios de comunicación.
Sin embargo, lejos del posible sensacionalismo que conllevan estos medios, es uno de los trastornos que más han pasado desapercibidos para la comunidad científica en tanto en cuenta, ni siquiera estaba recogido como una afectación con entidad nosológica propia hasta la aparición de la última edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales –DSM-5- (American Psychiatric Association –APA-, 2013).
Afortunadamente se va tomando cuenta de ello, con su aparición como trastorno independiente con criterios específicos en el DSM-5 (APA, 2013), como desde la vertiente más social a través de guías de intervención comunitaria.
El trastorno por acumulación (Hoarding) es uno de los trastornos de nueva inclusión en el DSM-5, dentro de la categoría de Trastorno Obsesivo-Compulsivo y relacionados.
Se caracteriza por una gran dificultad o incapacidad al deshacerse de objetos, que genera severa ansiedad y tiene repercusiones en la vivienda y en el funcionamiento del individuo (Criterio A, B y D), haciéndola inhabitable en su mayor parte (Criterio C).
Éste, no puede ser atribuido a otra condición mental y puede seguir siendo diagnosticado si el mantenimiento de la vivienda cae a cargo de uno o más familiares (Criterios E y F).
Se debe especificar si existe acumulación excesiva, así como un indicador de insight, estas dos últimas muy relevantes a la hora de la intervención.
Están entre nosotros
Posee una prevalencia vital del 2-5%, siendo uno de los trastornos con un importante riesgo físico para el individuo (problemas de salud, incendio, intoxicación, etc.)
Sin embargo, la acumulación como síntoma puede aparecer en múltiples trastornos como el obsesivo compulsivo, depresión mayor, trastornos de la personalidad y psicosis.
Uno de las retos que debe llevar a cabo el clínico ante la posible doble patología comórbida es realizar un diagnóstico diferencial correcto y poder discriminar entre el síntoma aislado por acumulación, consecuencia de una enfermedad mental separada o si nos encontramos ante dos trastornos independientes -quizá relacionados entre sí-.
A propósito de un caso
X es un paciente de 54 años, hermano mayor de 8 hermanos, uno de los cuales también tiene un diagnóstico análogo de esquizofrenia paranoide.
Padece un cuadro de larga evolución, con un diagnóstico complementario, aunque dudoso, de trastorno de la personalidad límite y, no tan dudoso, de trastorno por acumulación.
Ha manifestado delirios de perjuicio y comportamiento, así como lenguaje desorganizado, aunque en la actualidad se encuentra estable.
También manifiesta delirios megalomaníacos en los que afirma que es director de cine y multimillonario. De estos, solo hace crítica parcial.
Tiene buen insight de la psicosis, apoyo familiar y óptima disposición, lo que le hace un candidato adecuado a la reintegración al medio comunitario, toda vez se superen sus dificultades más agudas.
Discusión y Conclusiones
La descripción del caso solo se ha pretendido que sea un estímulo para acercarse a esta afección “acumuladora”.
Bien es cierto, que en la persona que nos ocupa, su futuro fue próspero, dentro de la gravedad de su problemática y que la terapia cognitivo-conductual, unida a los tratamientos psicofarmacológicos y la rehabilitación psicosocial, surtieron su efecto.
En todo caso, decía Paulo Coelho que acumular amor significa suerte, acumular odio significa calamidad. La persona aquí descrita acumulaba, sobre todo y de forma sarcástica, maletas.
Quién sabe si eran fruto del amor o del odio (los determinantes posibles no han sido descritos)… desde luego, prefiero pensar en la suerte que tuvo por lograr sus objetivos de rehabilitación y reintegración en la comunidad.
Hoy, parafraseando un epígrafe previo, no está entre nosotros, pero sí su recuerdo y evolución. Dejó de acumular objetos para acumular experiencias vitales positivas.
Autor: Juan Jesús Muñoz García
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