Probemos vuestros conocimientos cinematográficos respecto a psicópatas ficticios que han salido en el cine.
Cuidado, que alguno está basado en personajes reales y, en todo caso, no hay que olvidar que un 1% de la población es claramente psicópata; si bien en ningún caso tiene que estar necesariamente asociado a criminalidad homicida.
A ver si sois capaces de adivinar los filmes y los personajes antes de llevar al último epígrafe.
Una de ellas
Estudiante graduada en enfermería en una Universidad de California en los años 70. Tras varios trabajos por diversos hospitales de los Estados Unidos se instala en una zona rural de Colorado. Tiene dos bebés que mueren al nacer y eso deriva en la ruptura de la relación de pareja.
Por casualidad, rescata a un hombre que ha tenido un accidente de coche y se ha roto las dos piernas. Le ingresa en su granja y comienza a ayudarle aprovechando sus conocimientos de enfermería. Sin embargo, se muestra extremadamente afable y servicial a la par que incomunica a quien es un escritor famoso al que admira.
El caso es que el escritor quiere terminar una serie de novelas de una personaje que es la predilección de nuestra controvertida enfermera.
De hecho, las novelas terminan con la muerte de la protagonista de las mismas, algo que enfurece a la cuidadora y deriva en situaciones de grave maltrato hacia el desvalido escritor que, a lo largo de los hechos del filme, se entera de estar siendo cuidado por la “Dama Dragón”, acusada de matar a ancianos y niños en los hospitales donde trabajó, amén de vecinos de infancia e incluso a su padre… Me quedo corto, mató alrededor de 70 personas.
Uno de ellos
Monterrey (México), finales de los años 50 del siglo XX, un cuerpo es desmembrado y enterrado en un consultorio médico y lo ha hecho un joven profesional de la medicina. Poco después fueron masacrados tres hermanos de una familia que volvían de un viaje de compras en la cercana Texas.
Aunque los casos comentados no estaban relacionados entre sí, a un brillante escritor llamado Thomas Harris se le ocurrió la idea de crear un personaje mítico en la historia del cine.
Hablamos de un perfil de persona impoluta, elegante, extremadamente educada y muy pulcra en sus acciones, amén de impregnada de cierta obsesividad.
Tratamos acerca de una persona con una infancia tortuosa y una brillantez académica increíble que es capaz de asesinar a una víctima hundiéndola en formaldehído o consumir a una mujer en el caldo con el que se alimentarán unos soldados.
Para más inri, es psiquiatra y antes de su captura, ha matado al menos a nueve personas. Destripa, cuelga, ingiere encéfalo de alguien a quien sostiene con vida… pufff, creo que voy a cambiar de psicópata.
Otros tantos
Los hay que se aparecen en los sueños cuando antaño eran considerados hombre del saco. Lo peor es que como te pillen soñando (mejor dicho en pesadilla) van a probar el filamento de sus uñas-garras incrustadas en un guante (no hablaremos del jersey de rayas inconfundible).
Otros se ponen máscaras de hockey y muestran un inusual manejo del machete, si bien le dan a otras artes homicidas y los hay que con una máscara blanca que, en este caso, dicen ser diagnosticados de psicosis y tienen mucho desparpajo para matar cuando los niños están diciendo de casa en casa truco o trato.
Qué decir de un ejecutivo neoyorquino que tras su atractivo y elegancia encierra un asesino en serie. Hay tantos que resulta difícil escoger guiños de biografías de estos psicópatas homicidas.
Por hacer un susodicho guiño patrio (no por el homicida, pero sí por el actor), cómo no recordar la maestría de un asesino que abre las cerraduras sin ganzúa, pero tirando de gas a presión y, por supuesto, del cara o cruz en el que, por desgracia, siempre saldremos perdiendo.
Adivinando
Si habéis seguido el artículo con interés, la idea es que sepáis o adivinéis el film y/o el personaje del que se hablaba.
En el primer caso, es obvio que hablábamos de la película (novela) Misery , que se llamaba Annie Wilkes, mientras que en el segundo caso hablaríamos de la saga que comenzó con El silencio de los corderos y en la que Hannibal Lecter hacía sus escaramuzas.
Enlazamos después con personajes con mayor carga ficticia como Freddy Krueger (Pesadilla en Elm Street), Jason Voorhees (Viernes 13) o Michael Myers (Halloween).
Deciros que este trío me da un miedo terrible… es lo que tienen los asesinos ochenters. Patrick Bateman, el asesino de American psycho mezclaba la sátira con el terror y, por último, Javier Bardem interpretó magistralmente a un psicópata llamado Anton Chigurh en No es país para viejos (otra película-novela).
En un artículo tan intenso como este no podría terminar con una cita de algún psicópata célebre.
En este caso no iré por partes (perdón por el humor negro), pero sí os diré que alguien dijo que debemos valorar a las personas por lo que tienen en su interior… y sí, es el mismo que motivó el chiste, Jack el destripador.
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