Feminicidios
El 25 de noviembre es el día internacional de la violencia contra las mujeres… siendo, por desgracia, una de las violaciones de derechos humanos más extendidas en nuestro planeta.
Para quedarse ojiplático está el dato de que una de cada tres mujeres han sido, en algún momento de su vida, objeto de violencia física y/o sexual.
Introducción
Aunque sea repetido, pero no por ello menos importante, qué decir de Ana Orantes Ruiz, quien tras exponer en una entrevista televisiva acerca de sus avatares con uno de tantos indeseables, fue quemada viva por su excónyuge y, todo, por “haber puesto” a este último “en evidencia” y, más, en público.
En el haber de Orantes que supusiera el punto de partida de una ley de violencia de género que, a fecha de hoy, no acaba de cuajar y/o tener resultados.
En el debe, en mi más sincera opinión, nada; todo lo contrario, admiración por la valentía que demostró si se profundiza en su historia.
Actualidad
Señalar que, como en otras ocasiones, que encontrar como en 2024 van 84 casos de mujeres asesinadas es un tema duro y arduo.
Podríamos hacer conjeturas sobre como en abril, junio, julio e incluso agosto, hay más muertes; imposible no establecer la relación con los periodos de mayor “convivencia” y/o “tiempo juntos”. No obstante, lo importante sería ver qué hay detrás y, no tanto, la coyuntura.
Reseñar, eso sí, que en las estadísticas oficiales constan, a fecha de hoy, 42 mujeres asesinadas en el contexto de la violencia de género; ahondando en una ligera disminución global del promedio de homicidios/asesinatos, en los últimos años, pese al pico elevado de los últimos 365 días.
Perdonad el inciso, he hablado de Orantes, pero es que la última víctima, apenas hace unos días, fue una adolescente de 15 años, lo que, inevitablemente, debería llevar a reflexionar sobre el asunto.
La naranja
Se asume que cada día 25, en todos los meses del año, hay un día “internacional” para la erradicación de la violencia de género contra las mujeres; surgido en honor a tres hermanas dominicanas asesinadas (de las que ya se habló años atrás) el 25 de noviembre de 1960 por orden del dictador Trujillo (eran opositoras).
A destacar que la violencia contra las mujeres en el mundo es una auténtica lacra. 14 de los 25 países con mayor número de feminicidios en el mundo están en América Latina y el Caribe.
Otro dato para la reflexión sobre la influencia del machismo.
Aplicación de las leyes
En principio, la ley de la violencia de género vigente en nuestro país está orientada a la protección de las víctimas de violencia machista pero, cabe preguntarse, si hay una correcta y eficiente aplicación de las medidas contra la violencia (sobre todo, la institucional).
Quizá en nuestro territorio se ha normalizado que un condenado por maltrato pueda “violar” sistemáticamente una orden de alejamiento. Total, “parece buen chico”, “tiene los mismos derechos”, “las parejas tienen estas cosas” y otro sinfín de justificaciones más de una sociedad patriarcal.
Fuera como fuese, hemos de estar atentos/as al cumplimiento de leyes como la de violencia de género. Su finalidad era proteger a quienes lo necesitaban.
Me cuesta pensar que si hay sentencia firme, la mujer que observa el incumplimiento y lo señala, sea sometida a procesos de revictimización; algo que, por desgracia, no parece improbable.
Conclusiones
Dado que la igualdad de género alude a que ambos (varones y mujeres) tengan los mismos derechos, recursos y oportunidades; algo me dice que, pese a los avances, nos falta ser más claros y firmes en la aplicación de las medidas.
Está bien que exista una ley, pero no si se aplica parcialmente a quien la requiere totalmente y, por qué no decirlo, totalmente, a quién quizá no requeriría tanto.
En resumen, hace falta no ser negacionistas de una realidad (violencia de género) y profesionalizar y ser diligentes en la aplicación de las medidas existentes.
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