En los tiempos que corren, el valor de la responsabilidad está en boca de todos. No obstante, desde la psicología de la personalidad no deja de considerarse como uno de los grandes rasgos que la conforman.
Adentrémonos en el concepto, sus tipos y la aplicabilidad actual.
Concepto
Tiene que ver con cumplir las obligaciones propias y/o adquiridas, así como las promesas; en el contexto de asumir las consecuencias de los actos realizados de forma consciente o intencionada.
Casi nada, definición clara, directa y concisa que implica términos tan nítidos como obligación, promesa, asunción e intención.
La responsabilidad, desde un punto de vista ético, es considerada un valor muy relacionado con el compromiso. Qué narices, si acudimos a la teoría de la personalidad del big five, se considera uno de los cinco rasgos fundamentales de la personalidad normal, a saber, neuroticismo, extraversión, apertura a la experiencia, amabilidad y responsabilidad. Ésta última, aglutinaría, a su vez, 6 facetas: orden, competencia, libertad, logro, disciplina y reflexión.
Tipos
Aquí sí que nos metemos en un jardín y, con los tiempos que corren, más. La hay jurídica, civil, colectiva, limitada, funcional, contractual (y extra), colectiva, moral, penal… Y luego está la social, que alberga los subtipos individual, público, ambiental y empresarial.
No sé qué me lleva a esto, pero voy a hablar de la ambiental, pública y moral… qué podría hablar de otras más del ámbito jurídico, pero parece necesario ofrecer un discurso neutral y alejado de cualquier deriva ideológica. Ya cada cual que aplique lo que estime conveniente.
La responsabilidad ambiental se refiere a la capacidad de las personas para responder ante cualquier efecto que sus acciones pueden tener en torno al medio ambiente (desde que asumamos las consecuencias de tirar basura al suelo hasta las de no asumir que si no se realizan determinadas obras o actuaciones, en el futuro puede haber consecuencias).
Obvio que, a buen entendedor…; y qué decir de la responsabilidad pública, también llamada gubernamental… ¡ufff! Tema chusco en el que impera el y tú más. Nos quedaría la responsabilidad moral, que huelga decir, para quien suscribe es más importante, dado que implica conciencia de la persona y arrepentimiento o remordimientos ante ciertos actos… Cuanta falta hace ésta.
Política
Vale, no he sido del todo preciso. Hay otro tipo de responsabilidad a abordar, a saber, la política, que tiene que ver con el uso que un órgano o individuo hace del poder.
No obstante, por qué no pensar que ésta debería de impregnarse de las previas y, a partir de ahí, someterse a otras como la jurídica, penal, civil, etc.
Cuando se imputa a alguien responsabilidad moral o política (fijaos que asociación), se está aludiendo a la mínima separación entre la responsabilidad directa y/o participación en algo doloso.
Mejor dejemos que el tiempo sitúe a cada quien en su sitio, pero desde luego es algo a reflexionar.
Concluyendo
Es obvio que la responsabilidad es un valor que nos lleva a cuidar de nosotros mismos y de los demás, pudiendo posponer una gratificación. Pero esto es la teoría y en el mejor de los casos.
En su defecto, cabría reseñar a Jean-Paul Sartre, al señalar que quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es.
Quizá la clave sea la falta de autenticidad, vete tú a saber.
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