Por qué lo llaman miedo
Existen multitud de miedos y es que, lo que algunos llaman el cerebro reptiliano determina nuestros temores hacia determinadas situaciones y/o estímulos, provocando reacciones de desasosiego y turbación.
Conozcamos más acerca del miedo.
Introducción
En realidad miedo y canguelo no dejan de ser sinónimos, como lo son el pavor, temor, pánico, recelo, desasosiego y un largo etcétera de términos que hacen alusión a esta emoción básica, una de las seis que propuso Paul Ekman; a saber, ira, alegría, asco, tristeza, sorpresa y el propio miedo.
El miedo aparece cuando hay una percepción o sentimiento de dolor, peligro o amenaza. Estas emociones también son consideradas como primarias, mientras que llamamos secundarias a aquellas que se producen ante la mezcla de diferentes emociones (generalmente primarias). En este sentido, los celos serían una mezcla de miedo y amor.
Tipos de fobias
Hablar de miedos en términos psicopatológicos nos lleva, inexorablemente, al concepto de fobia. La fobia supone el extremo del miedo y alude a un temor acusado y persistente que es excesivo o irracional, surgiendo en respuesta a la presencia o anticipación de un objeto o situación específica.
Cada uno/a tiene el/los suyo/s y hay muchas fobias (tantas o más como filias -objeto de un artículo en el pasado-).
Tirando de terminología podríamos señalar aquellos que tienen un temor obsesivo de contraer la sarna, o los que tienen un temor mórbido a la oscuridad o a la niebla. Los primeros serían acarofóbicos y los segundos acluofóbicos.
Por citar más ejemplos, si tienes pánico a desprender malos olores o, por otro lado, el pánico se apodera de ti si crees que vas hacia la ruina económica o bien tienes una bromidrosifobia o atefobia.
Otros ejemplos de fobias
Bibliofobia (típica de muchos), cleisofobia (claustrofobia para los amigos), hidrofobia (nada de líquidos) y pedofobia (pánico frente a niños) son otros ejemplos que por sus raíces griegas o latinas necesitan poca explicación.
Podríamos nombrar muchísimas más variantes como la pnigofobia, tremofobia, siderodromofobia, talasofobia, yofobia, agiofobia o entomofobia son solo una muestra de un gran número de posibilidades en este mundillo del miedo extremo.
Qué hacer frente al miedo
Entre los diferentes tratamientos propuestos para combatir el miedo y/o las fobias estarían los psicofarmacológicos y los psicológicos:
- Relativo a los primeros, lo más habitual son las benzodiacepinas y los antidepresivos (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina -ISRS-).
- En cuanto al tratamiento psicológico, la terapia cognitivo-conductual supone la terapia de elección para los principales trastornos mentales relacionados con los miedos,(p. ej., trastorno de pánico y agorafobia).:
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- Dentro de este enfoque estaría la psicoeducación (cuyo objetivo es identificar los síntomas que presenta el paciente), técnicas de afrontamiento (terapia racional emotiva), reestructuración cognitiva.
- En cuanto a lo conductual, las variantes de técnicas de exposición (desde la desensibilización sistemática hasta la implosión).
Conclusión
Recogiendo alguna cita célebre sobre el miedo, Concepción Arenal señaló que:
Entre los que son igualmente malos no hay paz si no es la impuesta por el miedo de alguno que es peor.
Seguro que esta cita es aplicable y algo o alguien nos viene a la cabeza, pero dejadme hacer un guiño con otra cita de un escritor quizá menos conocido en nuestros lares, pero cuya reflexión comparto absolutamente. Así, Ludwig Börne planteó que:
El hombre más peligroso es aquel que tiene miedo y mucho me temo que esto es ciertamente real en los tiempos que corren.
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