Cómo corregir los simulacros
Hola!!! ¿Qué tal va ese estudio?!
Si estás leyendo esto es porque probablemente la tarea de corregir un simulacro te resulta difícilmente soportable… y para qué mentirnos ¡a todos nos pasa o nos ha pasado! :
“No subo las puntuaciones, cada vez voy peor, hay mucho temario que no controlo, no recuerdo las asignaturas que acabo de estudiar…”
Pueden ser algunas de las cosas que nos vengan a la cabeza al enfrentarnos cada semana a la corrección del simulacro.
Por eso, te dejo por aquí este post, con algunas claves que quizás te pueden ayudar en esta tarea.
Aciertos/errores
Es importante poder ver más allá de la puntuación y de los aciertos/errores. Muchas veces vemos el simulacro como una simple prueba de evaluación de nuestro proceso (¿Cómo voy por ahora?).
Y es cierto que nos ayuda a “medir” nuestro conocimiento, pero es necesario ir más allá para no caer en la frustración semana a semana. Corregir el simulacro de manera descriptiva, puede ayudarte.
¿Cómo hacerlo?
Analiza los errores de manera independiente. Clasifica los mismos en función de si es un
- Error por falta de concentración/ cansancio
- Falta de conocimiento (preguntas fuera de temario o muy complejas)
- Por no tener del todo claro un concepto…
En función de los errores que cometamos, podremos actuar de una manera o de otra.
Tipos de fallos
- Si fallamos por falta de concentración o por no leer bien una pregunta (sabemos el concepto si o si), podemos plantearnos que quizás necesitamos el simulacro para habituarnos al tiempo del examen, a la presión que sentimos ese día, al manejo de los nervios y de las prisas que nos entran por terminar… hacer el simulacro en unas condiciones lo más parecidas posibles al examen, probablemente te ayudará.
- Si fallamos repetidamente preguntas que creemos que nos sabemos, es necesario pararnos a pensar en que quizás no tenemos tan claro ese concepto y darle un repaso utilizando otro método de estudio (reglas mnemotécnicas, memoria, hacer dibujos para entenderlo…)
- Si fallamos preguntas que son muy muy complejas o que están fuera de temario, debemos utilizar el simulacro para practicar la gestión de la frustración.
El día del examen, muchas veces los nervios nos invaden por la creencia de “no sabernos nada”.
Tomar una actitud derrotista nos puede perjudicar. En esos momentos hay que entender que probablemente sea una pregunta desconocida para todos y que hay que intentar sacarla (tirando de todo el conocimiento posible).
Date tiempo, piensa en todo lo que sabes, relaciona conceptos… y muy importante:
¡Confía en tu intuición y en tu criterio!
Conclusión
Espero que estas claves te sirvan de ayuda a la hora de afrontar el simulacro… y recuerda
¡Todo lo que falles ahora, probablemente el día del examen no lo fallarás!
¡¡¡Mucho ánimo!!!
Autora: Lucia Rodríguez (Tutora PIR)
Plantilla para realizar simulacros y exámenes PIR