Recta final al examen PIR
Hace exactamente dos años, me encontraba en la recta final al examen PIR, a un mes de enfrentarme al gran día. Ese día en el que todo podía cambiar. El día en el que nuestro sueño se podía cumplir.
La plaza PIR nos estaba esperando.
¿Cómo enfrentarnos a la recta final en una época tan complicada?
Hace dos años, era yo la que estaba al otro lado, la que empezaba las últimas vueltas, la que renunciaba a “casi” todo por el estudio.
En mis segundas navidades como residente siento la necesidad de compartir unas palabras con vosotros. No pretendo aconsejar ni recomendar nada a nadie, pero si me gustaría transmitiros un mensaje de calma, un respiro, una liberación, una pausa a la culpa que tan presente está en estas fechas.
La Navidad y el estudio
La navidad, para todos aquellos que algún momento hemos sido “-ires”, es una de las épocas más críticas del año. Planes, reuniones familiares, reencuentros con amigos comienzan a surgir, mientras nosotros seguimos anclados en la biblioteca porque “el día” está muy cerca.
Es una época en la que nos sentimos muy solos, incomprendidos.
- “No me puedo permitir descansar”
- “Me queda mucho estudio”
- “Necesito dar una vuelta más”
- “No encuentro momento para meter repasos”…
Son muchas de las cuestiones que surgen día a día y… ¡qué apetecible se torna adelantar este trabajo en navidad!, ¿verdad?.
El autocuidado
El mensaje de autocuidado es un bombardeo continuo desde que comenzamos la oposición. En mi opinión, no somos conscientes al 100% de ello, pero en cada clase, con cada profesor, en cada tutoría surge ese mensaje… ¿Por qué será?.
Ahora que estoy al otro lado, logro entenderlo: EL AUTOCUIDADO MARCA LA DIFERENCIA.
Cuando estamos entre manuales, simulacros y preguntas somos incapaces de ver más allá. Por lo general, y más llegadas estas fechas, no existe nada más.
Queremos aumentar el rendimiento continuamente: es el momento de aumentar horas, aumentar el número de asignaturas por semana, meter repasos… y sin embargo, el cuidado personal pasa a un segundo plano. ¡Qué gran error!.
Desde otra perspectiva
Muchos estaréis pensando que es muy fácil decir todo esto desde mi posición. Y tenéis razón. Con la plaza en la mano, todo se ve desde una óptica distinta, con mucha más perspectiva.
Pero…siendo franca, si tuviera que volver a estar donde hoy estáis vosotros, quizás si iría a la comida de navidad de mis amigas; quizás acompañaría a mi madre a comprar ese regalo que tanta ilusión le hacía; quedaría con mis primos para merendar y por supuesto, estudiaría. Mucho. Pero compaginándolo con estos momentos de ocio, descanso y autocuidado que tanto bien hacen.
Disfrutar de estos días especiales
Es por eso, que hoy os invito a que dejéis la culpa a un lado, a que disfrutéis de estos días tan especiales. No estudiar algún día, desconectar por las tardes, olvidarte del PIR por momentos, no te van a alejar de la plaza.
Esos ratitos de disfrute, no mermarán el esfuerzo de todos estos meses. Incluso me atrevo a decir que todo lo contrario, harán que los momentos de estudio sean mucho más productivos y que lleguéis a la recta final con las pilas a tope. ¡Creedme!.
Una semana con una rutina más flexible no hará que te quedes fuera.
Contad con nosotros, en esta recta final, estamos al otro lado para intentar alumbrar los momentos más complicados.
Seguiremos aquí hasta el final.
¡FELICES FIESTAS!.
Autora: Lucia Rodríguez Ramos
